Tinta Tinto: La tinta del vino, la tinta del pensamiento
En pleno litoral de los poetas, donde Neruda y tantos otros crearon versos que aún resuenan en el aire marino, Roberto y Javiera encontraron su propio camino para escribir historia. Su pluma no es de tinta negra, sino del rojo intenso del vino. Y su papel no es otro que la tierra.
Llegaron a su casa en el año 2007. Roberto trabajaba por entonces en una viña grande en Casablanca. Pero la ciudad y sus bodegas industriales pronto empezarían a quedar atrás. En 2010 se atrevieron a dar el primer paso: producir unas pocas botellas de manera totalmente artesanal. Solo 862 botellas en una bodega casera, sin más ambición que hacer un vino honesto y propio.
Cada vendimia aumentó el entusiasmo, la experiencia… y la convicción. Esa pequeña apuesta familiar se transformó con los años en 12.000 a 15.000 botellas anuales, manteniendo intacto lo más importante: cada etapa sigue siendo hecha a mano. “El vino se trata con mucho cuidado, intervenimos lo menos posible”, dice Roberto con orgullo.
🍇 Una vida hecha de vino
La independencia no fue una decisión económica, sino una búsqueda profunda de sentido:
“Queríamos respetar el vino, vivir del vino y hacer un proyecto familiar que nos uniera. Es un estilo de vida.”
Tinta Tinto les permitió quedarse en ese lugar y criar a sus hijas entre barricas, vendimias y la calma del campo. Hoy, ya mujeres adultas, han crecido junto a este hijo simbólico que es la bodega.
Trabajan uvas de Casablanca, Nos, Cauquenes, Yumbel, y además tienen un sueño en marcha: un pequeño terreno en el corazón del Maule, donde algún día esperan plantar sus propias parras y cerrar el ciclo completo.
✒️ ¿Por qué “Tinta Tinto”?
El nombre nace del territorio y su historia literaria:
“Estamos en pleno litoral de los poetas. La tinta del vino es la tinta del pensamiento.”
Pero además, hay una razón muy concreta y hermosa: Javiera pinta a mano cada etiqueta, una por una. Sin máquinas. Sin producción industrial. A veces usando una papa como sello natural. Un brochazo azul o rojo, acrílicos, trazos únicos.
Cuando tomas una botella de Tinta Tinto, ninguna es igual a otra.
“La etiqueta tiene que contar lo que hay dentro: un vino hecho con amor, con respeto, con manos humanas.”
Roberto escribe. Javiera pinta. El vino inspira. La poesía aparece sola.
🌱 Un vino vivo y agradecido
Su filosofía es clara: vinos sanos, vinos libres.
Fermentación natural, mínima intervención, respeto por los tiempos que dicta la uva. Nada se apura; todo fluye.
“Un vino que se puede tomar y no te pasa la cuenta. Un vino honesto.”
🍷 Una invitación abierta
Tinta Tinto no es solo una bodega: es un hogar que se visita, una conversación que se comparte y una copa que se levanta con cariño.
“Los invitamos a venir, a conversar, a tomar vino… y a llevar regalos para Navidad”, dice Javiera entre risas.
Producen Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc, Chardonnay, País y Cariñán.
Además, elaboran identificadores de copas, un complemento perfecto para un regalo con sello personal.
Y mientras hablan, entre cajas, hijas, perro y risas, uno entiende que aquí no solo se hace vino. Aquí se hace familia, se hace arte, se hace vida.
📌 Tinta Tinto: Donde el vino se escribe con amor.