Gabriel Echard: 97 años pedaleando con la vida y los negocios
A sus 97 años, Gabriel Echard Arenas sigue siendo un ejemplo vivo de lo que significa emprender con pasión y constancia. Su historia no solo refleja la resiliencia de toda una generación, sino también cómo un negocio puede convertirse en un proyecto de vida.
Los orígenes de una vida marcada por la historia
Hijo de inmigrantes franceses que llegaron a Chile tras la Primera Guerra Mundial, Gabriel creció en un entorno de esfuerzo y adaptación. Hoy, con casi un siglo de vida, recuerda con claridad que “con la edad que tengo, estoy sobreviviendo en esta tierra”, palabras que transmiten la sabiduría de alguien que ha visto pasar generaciones y transformaciones.
El inicio de un negocio sobre dos ruedas
Aunque comenzó trabajando en el rubro automotriz, el destino lo llevó hacia las bicicletas. Hace 34 años, un representante de Oxford lo convenció de probar suerte en este mundo. Gabriel no estaba seguro, pero aceptó recibir algunas bicicletas en consignación. Era noviembre, se acercaba diciembre… y se vendieron todas. Desde entonces, su taller se transformó en un punto de referencia para la venta y reparación de bicicletas.
Para él, la bicicleta no es solo un medio de transporte, sino “el vehículo más extraordinario que inventó el ser humano”. Con una visión poética, asegura: “El hombre inventó la bicicleta, y la bicicleta es mujer: te transporta, te da vida, te da alegría”.
El camino del emprendimiento
Gabriel resume su trayectoria con una metáfora poderosa: “El camino ha sido muy bueno porque se pedalea, y la bicicleta, como lo digo, es la vida. Si una vez dejas de pedalear, se muere. Se acaba la vida. Hay que pedalear porque si no pedaleas en la vida, te caes”.
Su negocio nunca fue solo vender, sino atender e informar al público. Lo que más le gusta es conversar, explicar y transmitir el valor de la bicicleta, más allá de la transacción comercial.
Una vida en compañía
Detrás del empresario también hay un hombre profundamente familiar. Gabriel estuvo casado por 74 años, tanto por civil como por la iglesia, con la mujer que conoció siendo vecinos desde niños. “Viví prácticamente casado desde los siete años”, cuenta con humor y nostalgia. Juntos formaron una familia de siete hijos —cinco mujeres y dos hombres—, a quienes él llama la verdadera herencia de su vida.
Su esposa falleció en agosto de 2023, pero Gabriel mantiene vivo el recuerdo de una vida compartida, marcada por el amor y la compañía incondicional.
Consejos para las nuevas generaciones
Cuando se le pregunta qué consejo daría a los jóvenes, su respuesta es clara: “Que hagan ciclismo. La bicicleta es lo más maravilloso que existe: te transporta, te da salud, te da alegría… y no te olvides, es mujer”.
Para Gabriel, no se trata de cambiar el camino recorrido. Si pudiera volver a empezar, no haría nada distinto: “La vida me llevó por este lado. No es tanto lo que uno puede hacer en la vida, sino que la vida más bien te dice lo que debes hacer”.
Reflexión final
La historia de Gabriel Echard nos recuerda que el emprendimiento es mucho más que un negocio. Es un viaje que se pedalea día a día, con esfuerzo, constancia y propósito. Así como en la bicicleta, en la vida no hay que dejar de pedalear, porque cada giro de rueda es una oportunidad para avanzar.
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